La mansión más cara del mundo se encuentra en India y recibe el nombre de Antilia. Está situada en Mumbai, la capital de Maharashtra, en el Mar Arábigo.
El entorno que la rodea es un clima tropical paradisíaco y su dueño, el billonario Mukesh Ambani, es un petroquímico: el más rico de la India.
Ultra lujo: la mansión más cara del mundo
Este increíble y fastuoso edificio es la residencia de este acaudalado señor que dispuso construir una extensión de 37 mil metros cuadrados, con capacidad para estacionar 168 autos.
La fabulosa edificación posee nueve ascensores con vestíbulos, tres helipuertos y control de tráfico aéreo.
También tiene un teatro privado con capacidad para 50 personas, un gran estudio para practicar yoga, una piscina grande, tres pisos con jardines colgantes y un salón para fiestas.
La impresionante mansión es un diseño de los arquitectos Perkins & Will, con todos los mecanismos de protección y seguridad tanto para el dueño como para todos los invitados que reciba.
El edificio está diseñado para poder resistir un terremoto de una magnitud 8 en la escala Richter.
Por supuesto, su valor crece cada año desde que se erigió en el 2010, pero está valuado en aproximadamente más de US$689 millones.
Mukesh Ambani tiene un patrimonio de US$42,6 mil millones y por eso se puede dar el gusto de vivir en la residencia para una sola familia, la propia, más cara del mundo entero.
La calle en donde se encuentra se llama Altamount Road y Mumbai es una ciudad pujante y famosa por poseer una fabulosa industria cinematográfica.
Entre sus edificaciones, este rascacielos residencial de 168 metros de altura se destaca entre los demás por su diseño original y los carísimos materiales involucrados: costó mil millones de dólares levantar sus paredes.
Datos curiosos acerca de la mansión más cara del mundo
Se trata de la única residencia familiar de estas características en la India, aunque existen otras caras, son habitadas por más cantidad de familias. La propiedad que habitan solamente cinco personas abarca una parcela de 37 mil metros cuadrados.
La residencia tiene 27 pisos, pero en realidad equivale a una edificación de 60 por la increíble altura de los techos.
Mukesh adora los autos es por eso que su garaje alberga una estacionamiento impresionante, que ocupa todo el séptimo piso.
Hay jardines en cada una de las terrazas, un templo y un spa.
La familia ocupa los pisos superiores para aprovechar mejor la luz del sol.
El sol y el loto son los dos únicos motivos que sí se repiten en el diseño de los ambientes del hogar en materiales como nácar, mármol y cristal.
La residencia posee un piso entero dedicado a los helados, una pasión familiar, y además, cuenta con una sala de nueve en donde hay copos de nieve artificial.