En el centro de Kuala Lumpur, en el lugar histórico donde se produjo la Declaración de Independencia de Malasia en 1957, se está terminando la construcción del Merdeka 118.
Se trata de un edificio de 678,9 metros de altura y 118 pisos que ya es el primero más alto del sureste asiático y el segundo del mundo después del Burj Khalifa (828 metros).
Este rascacielos, obra del estudio de arquitectura australiano Fender Katsalidis, inició su construcción hace cinco años y ahora se acaba de terminar la instalación de su aguja superior.
Se estima que no estará terminado por completo hasta finales del año que viene, dos años más tarde de lo esperado.
Merdeka 118 dominará el ‘skyline’ de Kuala Lumpur
El Merdeka 118 pasará a dominar el ‘skyline’ de la ciudad flanqueado por las icónicas Torres Petronas y la Torre Kuala Lumpur.
La fachada del edificio tiene secciones triangulares de cristal que, según los arquitectos está inspirada en los patrones del arte malayo y en la rica diversidad característica de su población.
Dentro, dicen los arquitectos, habrá grandes espacios como un espectacular atrio que da paso a un enorme podio interior. El vestíbulo, que parece tallado en piedra maciza, tendrá un acceso al hotel en un extremo y un vestíbulo superior para las oficinas y los comercios en el extremo opuesto.
«Ante todo, nuestra prioridad era respetar este emplazamiento y aprovechar todas las oportunidades para crear una torre que enriqueciera la energía social y el tejido cultural de la ciudad«, afirma Karl Fender, socio fundador de Fender Katsalidis.
Crear el segundo edificio más alto del mundo
El rascacielos cuenta con más de 29 mil metros cuadrados de superficie y 16 mil de espacios dedicados a oficinas.
El Merdeka 118 también albergará hoteles y zonas comerciales y residenciales. Además, tendrá una plataforma de observación de doble altura que será la más alta del sudeste asiático.
El proyecto está situado dentro de un parque acuático lineal de 1,6 hectáreas diseñado por el estudio de paisajistas estadounidense Sasaki.
Se trata de una zona peatonal que según los arquitectos está diseñada para promover la interacción entre las personas de todas las edades y procedencias. En esta zona también habrá zonas residenciales, comerciales y restaurantes.
«Nos sentimos increíblemente orgullosos de haber contribuido a la creación de este edificio y de su conjunto de activos comunitarios, que enriquecen uno de los lugares culturalmente más importantes de Malasia”, aseguró Fender.
“Además, el logro de crear el segundo edificio más alto del mundo celebra los años de planificación, resolución de problemas, colaboración y esfuerzo humano necesarios para realizar un edificio de esta complejidad”.