Redacción República Inmobiliaria
En las fachadas de los edificios londinenses destaca una en particular. No por su magnificencia o modernidad, sino por su estrechez. Si no fuera porque un color azul marino la identifica, podría pasar como parte de cualquiera de los dos inmuebles que están a su lado, una peluquería y un consultorio médico.
La descripción de la propiedad promete una casa ‘peculiar y encantadora’.
Una cocina, habitación, baño y hasta jardín son las partes que conforman la peculiar vivienda. La fachada es la parte más estrecha de la vivienda, que hacia atrás logra ampliarse hasta 2,5 metros de ancho, lo que ayuda a tener un comedor espacioso y un patio modesto pero funcional.
El primer piso aún conserva la vitrina y una lámpara en forma de sombrero haciendo alusión a su origen y que funciona como decoración del ahora vestíbulo, terraza, oficina y habitación.
En el segundo piso se encuentra el baño y la ducha, mientras que en el tercero la recámara principal, a la cual se accede por una escotilla para evitar que las escaleras roben espacio, valioso en este tipo de inmuebles.
Covid-19: se apresuraron a comprar casas y ahora se arrepienten