La venta de viviendas de segunda mano en los EE. UU. cayó 7,2 % al cierre de febrero pasado con respecto al mes anterior, informó esta semana la Asociación Nacional de Corredores Inmobiliarios (NAR, en inglés).
Este descenso en las ventas supone una rebaja de 2,4 % interanual, en un contexto de inflación muy elevada que elevó los precios en distintos sectores económicos y, por supuesto, también en el mercado inmobiliario estadounidense.
Se cerró un total de 6,02 millones de nuevos contratos de compra-venta en febrero pasado en los 50 estados. Esto representa medio millón de contratos por debajo de los 6,5 millones alcanzados al cierre de enero 2022.
«La asequibilidad de la vivienda sigue siendo un desafío importante. Los compradores reciben un doble golpe: tasas hipotecarias en aumento y aumentos sostenidos de los precios», dijo Lawrence Yun, economista jefe de NAR.
Algunos que habían calificado previamente a una tasa hipotecaria del 3 % ya no pueden comprar a la tasa del 4 %.
Por su parte, el precio mediano de la vivienda de segunda mano subió en febrero un 15 % interanual para llegar hasta los 357.300 dólares. El incremento de los precios, de hecho, ya acumula dos meses seguidos con un porcentaje muy similar, dado que en enero fue 15,4 %.
El mercado inmobiliario de los EE. UU. encadena ya 120 meses de subidas de los precios de la vivienda de segunda mano, la cifra más alta registrada desde que se sigue esta estadística de manera oficial.
El inventario de vivienda de segunda mano a la venta a finales de febrero se elevó con respecto al mes anterior hasta los 870.000 hogares.
El inventario sin vender tiene un suministro de 1,7 meses al ritmo de ventas actual, por encima del mínimo histórico de suministro de 1,6 meses en enero y por debajo de los dos meses de febrero de 2021.